La inocencia es la fuente de la magia

Introducción

Hay que volver a ser niños para apreciar el poder de la vida sin la personalidad de un adulto. Cuando tienes pocos años de vida, no necesitas distinguir entre verdad o mentira. En realidad no necesitas distinguir nada, pues todo es un abanico de nuevas experiencias, que se abre en la medida que descubres que vivir y aprender es una misma cosa.

Sin duda no eres complicado y no lo sabes, tampoco sabes que eres sencillo, ni eres consciente de que vas aprendiendo, en cosas tal aprender significa perder el miedo, y en otras significa experimentar, atreverse... vivir un tipo de osadía que va acompañada de la inocencia.

La cercanía de una niña o un niño hacia la magia es algo inherente. Puede que lo visible o lo invisible se mantienen en un mismo nivel de realidad. La imaginación no es diferente a lo objetivo. Y esto, hay quien dice que es por la inocencia, que es la pureza inherente del ser, sin los atavíos de la mente que progresivamente irá tomando forma, y nos hacemos adultos, pero a veces uno se pregunta, ¿qué me he perdido al hacerme adulto?

Cuando cierro los ojos

La inocencia es la fuente de la magia (versión leer y escuchar)

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